domingo, 4 de marzo de 2012

COSAS QUE PASAN

Martes 28 de febrero:


Este día se me ha hecho muy largo y por alguna razón me siento muy cansado. Creo que mejor me regresaré a casa por el tren suburbano. Será más rápido y caminaré menos. Antes de llegar a mi hogar pasaré primero a casa de mi hermana a comer. Voy saliendo de la escuela y veo que se me ha pasado el camión RTP. Para mi mala suerte esos camiones son  los únicos que cubren la ruta directa UAM-Tren Suburbano y pasan en intervalos de mas de 20 minutos.

Tendré que pensar en otra ruta para llegar más rápido a mi destino. Así, me subo a un micro que me lleva al metro Azcapotzalco y me bajo en la siguiente estación, que es Ferrería, y de ahí camino al tren. Me encuentro subiendo las escaleras de la estación Fortuna y escucho que el convoy acaba de pasar. Otros 15 minutos mas de espera para el próximo tren. La vías comienzan a vibrar, eso indica que se acerca el vehículo. Como es ya una costumbre llega bastante lleno y entre empujones y jaloneos me intento acomodar en un lugar del trenPor fin eh llegado a la estación donde me bajo, Cuautitlan, que es también la terminal. Una vez que estoy en el paradero veo el micro que me deja enfrente de la casa de mi hermana y pienso si sera buena idea abordarlo. Recuerdo que es martes y es día de tianguis. Definitivamente llegare antes caminando, ya que en este día hay un caos vial ocasionado por el mercado sobre ruedas.

Durante el camino me encuentro de frente con una moto que trae a dos personas a bordo. Frenan bruscamente y me apuntan con un arma. Me amenazan con disparar si no les entrego todo lo que traigo. No me hago el héroe y entrego mi mochila y un Ipad que traía en las manos. Los asaltantes revisan mi mochila y me la devuelven , pues solo trae cuadernos y libros. Se marchan con mi preciada tableta con un valor de diez mil pesos aproximadamente. Un minuto después pasa una patrulla y les hago saber del robo. Buscamos por todos los alrededores, pero fue inútil. Los ladrones ya se han esfumado. 

Comienzo a pensar que hubiese pasado si hubiera alcanzado el camión RTP fuera de la escuela, o el tren de fortuna, o si tan solo me hubiese subido al micro en Cuautitlan. Pero en fin. Son cosas que pasan.

 

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