lunes, 20 de febrero de 2012

DE TOLANTONGO A VERACRUZ


Hace unos años unos amigos y yo acordamos en salir de viaje para las siguientes vacaciones de Semana Santa. El lugar que nos convenció para visitar fueron las Grutas de Tolantongo en Hidalgo. Félix, uno de mis amigos, tiene una casa en Pachuca, así que decidimos llegar por la noche a su casa, dormir allí y por la mañana salir hacia las Grutas. Solo había un pequeño problema: nadie de nosotros sabía cómo llegar.

Todo marchaba según lo planeado. Llegamos a Pachuca el jueves cerca de las 11 p.m.  y, como teníamos que madrugar, solo salimos a buscar algo de cenar  para irnos a dormir. Comenzamos nuestro viaje hacia las Grutas el viernes a las siete de la mañana. Le preguntamos al primer policía que vimos ¿como llegar? y nos respondió “están como a hora y media de camino. Váyanse por todo ese camino de enfrente, pasarán Cristo Rey (así se llamaba el pueblo) y de allí en adelante están las señales que les indicaran cómo llegar”. Nunca dimos con Cristo Rey ni mucho menos con las señales. Cada que preguntábamos nos respondían casi lo mismo: “Ya están cerca joven, es todo derecho, aquí a 20 minutos por toda esta avenida”, pero nunca llegamos. Sabíamos que estábamos perdidos cuando dimos con un letrero que decía: “Esta entrando a Huejutla”.

Como ya era mas del medio día decidimos detenernos un momento para comer en un restaurante, y reorganizar nuestros planes, pues pensamos, que ya estábamos muy alejados de las Grutas. Le pregunte a la mesera cuál era la zona turística mas cercana del lugar y me respondió “Veracruz esta muy cerca”. Nuestro nuevo destino sería el puerto de Veracruz. Terminamos de comer y seguimos con nuestro viaje. Nunca llegamos a ninguna caseta de cobro, así que todo el trayecto lo recorrimos por la vía libre. Después de horas de camino, llegamos al municipio de Poza Rica. Volví a preguntar a un policía municipal por la playa mas cercana, y contesto “Tecolutla esta a una hora de aquí”. Después de muchas horas de nuestra salida de Pachuca llegamos a el primer sitio turístico. Como era Semana Santa el lugar estaba repleto de gente. No había lugar ni para estacionar el auto y mucho menos hoteles con habitaciones disponibles.
Como ya estábamos cerca de la costa, decidimos recorrerla en el auto para buscar un buen lugar donde quedarnos. Llegamos a la primer caseta de nuestro viaje y vimos un letrero que decía “puerto de Veracruz, 200 km”. Nuestra decisión (mala) fue ir hasta el puerto. Llegamos a nuestro destino a las 11 de la noche del viernes. Viajamos 17 horas para llegar a un lugar que no estaba a mas de tres de Pachuca, y encontrarnos con la misma historia: hoteles llenos y repleto de turistas. Pero esa será otra historia que les contare la semana próxima.



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