domingo, 12 de febrero de 2012

IMPUNIDAD E INEPTITUD

Hoy no hablare de heavy metal ni de alguna de mis otras pasiones, sino de un anécdota que me sucedió hace algunos años. Corría el año 2006 cuando uno de mis amigos consiguió prestado un auto pues era viernes y queríamos dar una vuelta por el barrio. Eramos muy jóvenes y apenas habíamos tenido una o dos lecciones de manejo. Por fortuna el auto era automático, así que no habría mucho problema para conducir.

Salimos de mi casa hacia nuestra aventura. Acordamos en turnarnos el volante cada cierto tiempo. Dimos las primeras vueltas cerca de mi casa, para ver si nos encontrábamos a algún amigo y que nos quisiera acompañar en nuestro viaje, pero no fue así. Solo eramos mi amigo y yo. Era mi turno al volante cuando llegamos a la avenida donde esta la primaria de la colonia y me pareció ver a un conocido así que dimos marcha en reversa. El auto no respondía, se quedo parado en forma horizontal de la calle y estorbaba la circulación de ambos carriles. Por suerte esa zona es muy poco transitada y nos daria tiempo de mover el auto antes de que causemos problemas en la vialidad. Se acerco un auto si placas con 4 personas abordo y se estaciono cerca de nosotros. Por fin, alguien que nos pueda ayudar, pero fue todo lo contrario. Se bajo el conductor, un tipo muy alto y feo “como pegarle a dios”. Resulto ser comandante de la policía municipal y nos informo que iba a hacer una revisión de rutina. No nos opusimos pues no estábamos infringiendo alguna ley ni traíamos nada ilícito en el auto.

Las tres personas que venían en el auto  comenzaron a revisar nuestro vehículo mientras el comandante nos hacia las clásicas preguntas, ¿a que se dedican?, ¿en donde viven?,entre otras. Cuando termino de hacer su ultima pregunta se acerco uno de sus ayudantes y le informa “mire jefe, lo que encontramos”. Eran tres papeles envueltos. Enseguida pensé que nos daban a entender que traíamos algún tipo de droga en el auto y pregunte ¿que son esos papeles?, y me respondieron  casi al unisono “callate, ya te chingaste, traes droga cabron”.Trate de explicarles que ni siquiera conocíamos como era y que obviamente esos papeles no eran nuestros. Todo fue inútil, pues nos subieron a su auto y nos llevaron al Ministerio Publico de Cuautitlán.

Durante el trayecto no dijimos absolutamente nada pues pensé: Esto es un malentendido, le hablare a mi familia para que vengan a arreglar este problema. Al llegar al M.P. no nos metieron a los separos sino que nos llevaron directamente a una oficina. El comandante nos dijo que llamáramos a nuestros familiares y que les dijéramos que trajeran mil pesos por cada uno de nosotros dos y que les informáramos que estábamos detenidos por posesión de droga y que sino llegaban en 30 minutos nos iban a presentar ante las autoridades. Llegaron mis familiares y pagaron el dinero. Nunca me había visto en problemas legales y por eso mis padres enseguida creyeron mi historia y que  habían puesto la droga para inculparnos. Todo fue muy rápido , pues no pasamos ni una hora en la oficina y nos dejaron salir porque ya habían pagado el dinero.

El comandante ordeno a uno de sus ayudantes que nos escoltara a la salida y en camino hacia la salida nos comento “ahora les toco a ustedes chavos, es que el jefe quiere seguir la fiesta y ya no trae dinero, pero al menos se las dejo barata”. Mi amigo yo ya no hicimos ningún comentario pues ya queríamos salir de ese lugar que esta lleno de corrupción, impunidad y sobretodo ineptitud policíaca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario